La enorme crisis inmobiliaria del año 2008 obligó a los bancos españoles a tener que ejecutar miles de viviendas. La gran mayoría de ellas acabaron en los balances de los propios bancos puesto que nadie pujo por ellas y los bancos se vieron obligados a quedárselas.

13 años después, la gran mayoría de estas viviendas siguen en los balances de los mismos bancos o han sido vendidas a fondos de inversión en enormes lotes de miles de millones con enormes descuentos.

El problema de todo ello es que los bancos no son buenos gestores inmobiliarios. Nunca lo han sido. No lo fueron durante las crisis inmobiliarias anteriores y lógicamente en la colosal crisis del pasado 2008 su actuación no fue mejor. Esto provocó que una enorme cantidad de viviendas puestas a la venta en los portales inmobiliarios fueran ocupadas de forma ilegal por familias y colectivos que no pueden acceder a la vivienda a través del mercado libre. La cifra aproximada de viviendas okupadas en España se sitúa en torno a las 100.000.

Los bancos y fondos de inversión están muy interesados en desprenderse de estos activos que les generan mes a mes unos gastos de mantenimiento y ninguna rentabilidad. Para lograr compradores interesados los ofrecen con importantes descuentos que en ocasiones llegan a superar el 50%.

Así que, sabiendo todo esto, toca responder a la pregunta inicial: ¿es una buena idea comprar un piso con okupas? Es decir, si me planteo comprar un piso para ponerlo en alquiler, o para reformarlo y venderlo después o simplemente para que sea mi residencia habitual, me interesa meterme en esta aventura de los okupas o sencillamente compro un piso “normal” que pueda encontrar en un portal inmobiliario como hace todo el mundo.

La respuesta a la misma es SI, comprar un piso okupado es una excelente idea de inversión y el motivo fundamental es el siguiente: en España existe un absoluto desconocimiento de cómo es en realidad el fenómeno de la ocupación en nuestro país.

En España, cada día soportamos a diario un aluvión masivo de noticias sobre okupas en la prensa, la televisión y las redes sociales. En cada telediario, en el periódico de cada día aparecen noticias relacionadas con este problema. Pero no olvidemos que los medios de comunicación son por naturaleza sensacionalistas y tienden siempre a destacar los hechos más extremos, aunque sean los menos comunes. Por ello en las noticias siempre tienen visibilidad los okupas muy violentos que atemorizan a los vecinos, o los caraduras que se aprovechan de la gente más vulnerable.

Precisamente no hace mucho apareció un caso sangrante de estos caraduras: a una señora de muy avanzada edad le habían ocupado la casa unos indeseables tras pasar unos días en el hospital por enfermedad y estos se negaban a marcharse de la misma. La pobre señora tuvo que pasar unos días en casa de unos familiares hasta que se solucionó el problema.

No es de extrañar que, ante este panorama, la idea de comprar una vivienda ocupada de un banco se marchite rápidamente al pensar que tarde o temprano el inversor tendrá que enfrentarse con semejante categoría de individuos si pretende recuperar la posesión de la vivienda.

Lo que no aparece en las noticias es que estos casos son la gran minoría y que la mayoría del fenómeno okupa responde a colectivos (mayoritariamente familias vulnerables) que no tienen manera de acceder a una vivienda en el mercado del alquiler por no poder acreditar suficiente solvencia.

Con ello no pretendo justificar la okupación ni mucho menos, simplemente hacerle entender al lector que la mayoría de okupas son familias normales con problemas económicos graves que no tienen muchas más opciones que meterse en un piso de un banco y aguantar un par de años hasta que los eche un juez como forma de subsistencia habitacional.

Al enfrentarse a este fenómeno como un potencial inversor inmobiliario, creo que no debe resultar tan difícil alejarse de los inmuebles ocupados por los indeseables que aparecen en los telediarios y centrarse en aquellos en que sí que es posible negociar con los okupas (la enorme mayoría) y poder llegar a un acuerdo con ellos.

Los okupas no tienen pudor alguno en ocupar las viviendas de los bancos, de hecho, ven en su actuación una forma de justicia social. Por el contrario, los casos de viviendas okupadas a particulares son una minúscula fracción del total puesto que dicha actuación está muy mal vista y genera un fuerte rechazo en la sociedad. Los propios okupas son sabedores de esto y en la mayoría de los casos es una cuestión de paciencia hacerles entender que la situación ha cambiado y que el piso que okupan ya no es propiedad de un banco sino de un particular. Entendido esto, basta con darles un poco de tiempo para que accedan a marchar pacíficamente y se busquen otra vivienda. Créanme que lo entienden perfectamente y se acaban marchado voluntariamente.

No obstante, el inversor debe saber que no es fácil negociar con okupas, no lo es en absoluto, pero no es algo imposible ni mucho menos. Lograr la posesión de un piso es un tema laborioso que requiere tiempo, mano izquierda, paciencia y persistencia y que no aconsejamos que el propietario gestione directamente en primera persona por la carga emocional que soporta.

Para que quede claro, no es tan diferente ni es más difícil que negociar con un arrendatario moroso y sin embargo esta situación al ser más común no genera tanto miedo ni rechazo. Lo más gracioso es que recuperar una vivienda que está habitada por un arrendatario moroso es mucho más complicado que hacerlo si está habitada por un okupa puesto que el margen de actuación del propietario en los casos de morosidad en el alquiler es muy reducido.

De hecho, la mayoría de casos de “okupas” que vemos en los telediarios no son realmente okupas sino casos de arrendatarios morosos que llevan meses sin pagar el alquiler y que se niegan a marcharse para desesperación del propietario. Fíjense bien la próxima vez que vean la televisión puesto que en algún momento aparecerán las palabras: “contrato de alquiler”, “morosos”, “x meses sin pagar”, “fianza” … Repito, los casos de okupas en viviendas de particulares son una minúscula parte de la totalidad.

Recapitulando un poco. Los bancos y fondos están dispuestos a vender estos pisos que suponen un problema y un gasto recurrente para ellos con descuentos importantes y el hecho de que estén ocupados ilegalmente no debe ser un impedimento para su compra. No es un drama absoluto el hecho que estén ocupados sino todo lo contrario. Precisamente el estar ocupados los hace tremendamente atractivos para el inversor avezado.

Por todo ello, la compra de activos con okupas es una excelente oportunidad de inversión para aquellos que sepan ver un poco más allá de lo que nos muestran cada día en televisión. No se dejen llevar por las noticias catastrofistas sobre este tema y piensen de forma diferente y con criterio propio.

Lograr conocer cuáles son estas oportunidades de inversión y ser capaces de establecer una negociación ágil resulta crucial para poder comprar estos pisos con okupas a un buen precio.

En Audentia somos expertos en negociar la compraventa de pisos con okupas y otros activos bancarios, así como en negociar con el okupa la entrega voluntaria de la posesión del activo. Si te has planteado alguna vez esta posibilidad, contacta con nosotros, te informaremos sin compromiso y te resolveremos todas las dudas que tengas.